Después de haber salido del aeropuerto, nos dirijimos a casa de mi abuela Mary para dejar nuestras maletas.
Mientras en el coche Robby y yo estabamos haciendo el tonto poniendo caras raras para hacernos reír. Fue un viaje divertido.
Nada más llegar a la puerta de la casa de mi abuela miré el reloj y eran las 24:10 y le dije a mi madre...
-¿De verdad va ha estar la abuela despierta a estas horas?
-Si, Mary lleva unos días muy emocionada y no duerme nada.-dice Christine.
-Jolín. Pues entonces tiene que estar cansadísima-dige yo con un tono de triste
Cuando entramos por la puerta me asusté al ver a mi abuela dormida después de lo que me habían dicho.
Después de dejar las malestas y guardar toda la ropa, me puse el pijama y me metí en la cama. Estaba cansadísima y eso que había dormido bastante en el viaje.
Me puse a pensar en el día que venía y de tanto pensar se me hizo tarde y acabé durmiendome a la 1:30 de la mañana.
Cuando desperté, hice lo mismo que hago siempre al despertarme, asearme. Al teminar fui a desayunar y me encontré una carta en la mesa que ponía "Para Alexis". Era de una compañía discográfica pero no traía el nombre. La abrí y ponía:
Querida Alexis:
Te hemos visto cantar en algún que otro concierto en España y tienes una voz fascinate.
Te enviamos esta carta para que vengas a vernos mañana a las 5 de la tarde para ofrecerte algo que seguro que te va a gustar.
¡Feliz Navidad!
Atentamente, la compañía discográfica RedOne.
Y cuando vi que ponía RedOne pegué un grito que casi revienta los cristales. Mi madre asustada me preguntó que pasaba y yo le respondí... mira la carta.
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